14 ene 2010

A los 48 años


Cómo la vida atravieza los años a paso agigantado, cuando deseamos que se detengan el minutero... Se me quiebra el alma, se desgarran las horas de mi tiempo...
Pero estas allí, tú siempre allí, en el instante justo que Dios me dice que me ama.
Cuarenta y ocho años hoy he glorificado, ha sido mi mejor aniversario, despues de tantas décadas, mujer madre ante tus ojos, la mirada de ellas el mejor premio.
¿Sabes la fortuna de verlas contentas? Sí lo sabes y tú lo has hecho, humilde espíritu que amo y respeto.
Este momento no tiene título es algo que rebaza todo sentimiento, eterno vínculo de agradecimiento rozan nuestros espíritus como en un alumbramiento.


©María de la Cruz Díaz Ll.®
08 Setiembre 2008

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