Eres pasión pura esgrimida,
tempestad, erupción, locura que me cautiva.
Una pesadilla constante, lacerante tortura.
¿Cómo puedo borrarte, aquietándome escondida?...
Cobardemente fugo sintiéndome la impura,
mortificando el alma, castigo a mi camino,
tan solo por amarte.
Castigo a mi camino, queriendo olvidarte.
Si me dijeras, ¿Qué provoco en ti la aventura?
Acaso, lograría comprender tu postura.
Cuantas preguntas tengo, más respuestas no hallo,
simples justificaciones, ceguera ante el desengaño.
Justiciero el destino, curará mis heridas,
los marchitos aromas, flores envejecidas,
de un pecado de amor...que me sume triste
en este poema que tallo.
©Derechos Reservados del autor®
10-08-2007 Lima-Perú
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