¡Escúchame!,
hoy no deseo escribir versos
amoratada el alma tengo
emponzoñaste con crueldad mis deseos.
Supura la llaga mi lamento.
¡Por favor!
no prolongues mi sufrimiento,
permite que cicatricen mis lesiones.
¿Recuerdas dónde perdí la esperanza?
¿A qué hora el amor dilapidó su fragancia?
¿Cómo cubierta de desamor vivo?
Ingenua creí que el amor me amaba
y era sólo que se disfrazaba,
jugando el lobo a ser oveja.
©María de la Cruz Díaz Ll.®
19 de setiembre 2008
Lima-Perú
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