Eres
Presentido al clarear el día
llenas de oxígeno
cada partícula de mi cuerpo.
Suavemente...
Húmedo rocío sobre mi boca,
o cuando el viento juguetea
entre mi cintura y cuello...
Te hallo,
allí te siento.
Estás en el fluir de mi sangre,
en cada sosegado aliento.
Enquistado como un dios
en el trono de mi centro.
Vocal y tilde de todo verbo,
sombra amañada de mis pasiones,
sol que broncea mi pensamiento.
Divino sueño despierto.
Eres mi compañero,
por quien la ausencia
y la soledad huyeron...
Entre tu pecho y el mío
sólo cabe este amor bueno.
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