es esa hoja empujada por el viento.
Espejismo de un oasis, ladronzuelo de suspiros,
tan ajeno al heroico nudismo
de la realidad que te circunda.
La hermosura de tu trato seduce mi momento, más
cuanto dudo señor mío, ¡cuánto dudo!
que puedas algún día reflejar en tus rimas
el otro lado de la luna.
Di siendo sincero trovador
la fealdad no encaja en tus versos,
tú solo alabas la belleza,
¿cómo podrías retratar la maldad?
¿la vileza de un delincuente?
¿Acaso no tenemos todos en el vientre
anudado al fantasma que nos asusta?
¿Cuántas veces blasfemaste la intención de tu palabra
en el capuchón de la metáfora?
No te juzgo compañero,
en el afán de equilibrar nos dejamos llevar
por la mascarada que es vivir en el mundo,
olvidando que la integridad del hombre
es la púdica tinta que nos lleva a trazar
en el pergamino tantas vidas.
04.02.12
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por venir, leer y dejar tu comentario.